¿Qué es el baño de rodio en oro? ¿Es necesario? El oro blanco es un metal precioso que se distingue por su brillo y elegancia, y el rodio juega un papel muy importante en ello. Ahora bien ¿Es imprescindible rodiar una joya de oro blanco? ¿Y si tu intención es empeñarla? A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este proceso. ¡Vamos a ello!
Qué es rodio en joyería
El rodio es un metal precioso perteneciente al grupo del platino, conocido por su gran dureza, resistencia y brillo blanco-plateado. En el mundo de la joyería su uso es fundamental para aportar a las piezas de oro blanco un acabado elegante, luminoso y con un tono más uniforme. Además, el rodio es muy valorado porque no se oxida, no se empaña y, además, crea una capa protectora sobre la superficie de la joya que la hace más duradera frente al desgaste diario. Cuando hablamos de baño de rodio en oro blanco, nos referimos a un proceso electrolítico en el que se recubre la joya con una fina capa de este metal. Aunque la pieza siga siendo de oro blanco en su interior, el rodio realza su apariencia, otorgándole ese brillo intenso que muchos asocian con la alta joyería.
Por supuesto, este proceso no es exclusivo del oro blanco; también puede aplicarse a la plata u otros metales. Sin embargo, es en el oro blanco rodiado donde adquiere mayor relevancia, ya que permite resaltar la belleza de la pieza y darle un acabado impecable que, de otra forma, se perdería con el paso del tiempo.
¿Es necesario rodiar oro blanco?
Ahora que ya sabes cuáles son las características de este metal y qué es el rodio en joyería, vamos a responder al interrogante principal de este artículo aclarando, en primer lugar, que el oro blanco, pese a su nombre, no tiene un color completamente blanco de manera natural. En realidad, se trata de una aleación de oro amarillo con otros metales como paladio, níquel o plata, lo que le da un tono más claro. Sin embargo, este tono tiende a ser ligeramente amarillento o grisáceo, por lo que, para conseguir ese blanco brillante característico, se recurre al baño de rodio en oro blanco. Esto es algo que se aplica de manera general a todas las joyas de oro blanco en el momento de fabricarlas. Sin embargo, con el uso, el roce y el paso del tiempo, la capa de rodio de las joyas puede desgastarse, lo que hace que el oro blanco pierda su brillo inicial y recupere poco a poco su tono natural, menos resplandeciente. Por eso, muchas personas optan por rodiar sus piezas cada cierto tiempo, manteniendo así el acabado original.
¿Es obligatorio? No, una joya de oro blanco seguirá siendo igual de valiosa, aunque no esté rodiada, ya que lo importante es el oro en su interior. Sin embargo, desde un punto de vista estético, sí es recomendable. Una pieza de oro blanco rodiado transmite elegancia y modernidad, mientras que sin el baño puede parecer más apagada. En definitiva, el rodio no afecta al valor intrínseco de la joya, pero sí a su apariencia y atractivo.
Cómo rodiar un anillo de oro blanco
El proceso de rodiar un anillo u otra pieza de joyería comienza con una limpieza profunda. Primero, el orfebre elimina restos de suciedad, grasa o arañazos superficiales mediante un pulido. Después, se introduce la joya en una solución electrolítica que contiene sales de rodio. Mediante corriente eléctrica, los iones de rodio se adhieren a la superficie de la pieza, creando una capa uniforme de unas pocas micras de espesor. Este recubrimiento es invisible al tacto, pero aporta un brillo espectacular. El acabado es tan uniforme que puede transformar por completo la apariencia de un anillo antiguo, devolviéndole el aspecto de una joya recién adquirida.
El tiempo que tarda en desgastarse depende del uso. Un anillo de compromiso, por ejemplo, está más expuesto al roce diario y puede necesitar un nuevo baño cada 1 o 2 años. En cambio, pendientes o colgantes pueden mantener su rodio durante más tiempo. Hay que tener en cuenta, por lo tanto, que el oro blanco con baño de rodio es un tratamiento estético recurrente que requiere cierto mantenimiento si queremos que las joyas luzcan siempre como el primer día. Aunque es un proceso sencillo y relativamente rápido, conviene realizarlo en joyerías de confianza para garantizar la calidad del acabado.
Cuánto cuesta rodiar un anillo de oro blanco
El precio de rodiar una pieza de oro blanco varía según el tamaño y el tipo de joya. En general, el coste de un baño de rodio en oro blanco para un anillo suele oscilar entre 20 y 60 euros en joyerías tradicionales. Este importe es asequible, aunque si se trata de una pieza que necesita mantenimiento cada pocos años, el gasto acumulado a largo plazo puede ser considerable. Sea como sea, y como indicábamos más arriba, no interfiere en el valor de la joya. Es por eso que si estás pensando en empeñar oro blanco puedes hacerlo tanto si ha sido rodiada previamente, como si no, evitando este gasto. El empeño de joyas te permite obtener liquidez inmediata empeñando tus piezas, de manera rápida y segura. Sobre todo, si lo haces en entidades de confianza, como los Montes de Piedad, y como es el caso de CrediMonte, donde puedes acceder a un crédito rápido sin necesidad de nómina ni historial crediticio.
El empeño de joyas ofrece un beneficio práctico: disponer de dinero inmediato para cualquier necesidad. Además, las joyas no se pierden; una vez devuelto el préstamo, se recuperan en perfecto estado. Los Montes de Piedad destacan frente a otros establecimientos de compraventa porque ofrecen condiciones más seguras y transparentes, con intereses anuales moderados. En CrediMonte, estos rondan el 13-14% T.A.E., frente a los intereses mensuales desproporcionados de casas de compraventa y otras entidades que pueden superar el 120-150% T.A.E. Por lo tanto, si tienes un imprevisto económico o una necesidad financiera, empeñar te resultará muy ventajoso. El oro blanco (rodiado o no) es un metal precioso con gran valor intrínseco, y ese valor es precisamente lo que permite acceder a un crédito rápido, fiable y sin complicaciones.