¿Qué metales se usan en joyería fina?

La joyería es un arte que combina elegancia, tradición y diseño, y su riqueza radica en las formas, piedras preciosas y, sobre todo, en los metales con los que se fabrica cada pieza. Desde anillos y pulseras hasta colgantes y pendientes, la variedad de joyas es tan amplia como los materiales que las componen. Sin embargo, no todos los metales son iguales, y conocer sus características es clave para entender su valor y durabilidad. La joyería fina se distingue por el uso de metales nobles y de alta pureza que no solo aportan belleza, sino también resistencia y exclusividad. A continuación, te explicamos cuáles son. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la joyería fina?

La joyería fina se caracteriza por la utilización de metales preciosos, como el oro, la plata y el platino, así como por la incorporación de gemas de alta calidad, como los diamantes. Estas piezas destacan por su calidad y detalles, pero también por estar diseñadas para perdurar en el tiempo, conservar su belleza y, a menudo, aumentar su valor. Además de su función estética, muchas veces tienen un significado simbólico o sentimental. Su elaboración suele ser artesanal o con acabados de lujo, lo que las convierte en objetos exclusivos y atemporales.

Tipos de metales para joyería

Conocer los distintos metales utilizados en joyería permite valorar mejor cada pieza, entender su composición y tomar decisiones bien informadas al comprar, conservar o empeñar joyas. Estos son los más populares.

Oro, el clásico por excelencia de los metales en joyería

El oro es el metal más reconocido y utilizado en joyería desde la antigüedad. Su belleza natural, resistencia a la oxidación y facilidad para ser trabajado lo convierten en el favorito de muchas culturas y marcas de lujo. El oro puro (24K) es muy blando, por lo que se mezcla con otros metales para aumentar su resistencia. Esto da lugar a distintas aleaciones, como las de 18K (con un 75% de oro) que es la más utilizada en joyería de alta gama. Además, según la aleación, el oro puede presentarse en diferentes colores: amarillo, blanco, rosa… adaptándose a distintos estilos y preferencias personales. Es importante recalcar que el oro cumple una función muy importante, más allá de su uso en joyerías. Esto se debe a que se trata de un recurso muy valioso en tiempos de crisis, ya que mantiene su valor, incluso cuando caen las monedas o los mercados financieros.

A diferencia del dinero, el oro no depende de gobiernos ni bancos centrales, lo que lo convierte en un refugio seguro ante la inflación, la recesión o la incertidumbre económica. Además, es un recurso limitado y duradero, lo que refuerza su estabilidad. Su aceptación global permite que se use como medio de intercambio o reserva de valor en cualquier parte del mundo. Por eso, durante las crisis, muchas personas e inversores compran oro para proteger su patrimonio y conservar el poder adquisitivo. De manera contraria, por ejemplo en casos de necesidad, las joyas de oro pueden venderse o emplearse para obtener préstamos rápidos y sencillos, como los que ofrecemos en CrediMonte al empeñar joyas. La tasación del monte de piedad de Fundación Bancaja es rápida y segura, y todo el mundo puede acceder a ella sin necesidad de presentar nóminas o un historial crediticio.

Plata, elegancia asequible

La plata es otro metal muy valorado en joyería, especialmente la plata de ley o plata 925, que contiene un 92,5% de plata pura mezclada con otros metales como el cobre. Es más económica que el oro o el platino, pero igualmente apreciada por su brillo y versatilidad. Este metal es utilizado en anillos, collares, pulseras y pendientes tanto en estilos clásicos como contemporáneos. Eso sí, requiere más mantenimiento, ya que puede oscurecerse con el tiempo debido a la oxidación, aunque puede limpiarse fácilmente y recuperar su brillo.

Platino, sinónimo de resistencia y prestigio

Dentro del listado de metales usados en joyería no puede faltar el platino. Este, además, es uno de los metales más caros y exclusivos en joyería fina. Es extremadamente denso, duradero y resistente a la corrosión, lo que lo hace ideal para piezas valiosas como anillos de compromiso o alianzas, además, se utiliza casi siempre en alta pureza (por encima del 90%), lo que le da un valor añadido. Su color blanco natural y su peso lo convierten en símbolo de lujo y sofisticación. Así mismo, es hipoalergénico, lo que lo hace perfecto para personas con piel sensible.

Paladio, el hermano ligero del platino

Otro de los mejores metales para joyería es el paladio, que pertenece al mismo grupo que el platino, pero es más ligero y menos costoso. Aunque menos conocido, se ha ganado un lugar en la joyería fina gracias a su color blanco natural, resistencia y carácter hipoalergénico. Desde la subida de precios del oro y el platino, el paladio ha ganado protagonismo como una alternativa moderna y duradera para alianzas y anillos con acabados sofisticados, pero a un precio más económico.

Rodio, el metal más caro para joyería y el toque de brillo final

El metal más caro utilizado en joyería a día de hoy es el rodio. Ahora bien, este se emplea principalmente como baño o recubrimiento para otras joyas (no se suele usar para fabricar joyas completas debido a su fragilidad), especialmente de oro blanco o plata, ya que aporta un brillo intenso y una gran resistencia frente a la oxidación o a las rayaduras. Su alto precio se debe a su escasez en la naturaleza y a la complejidad de su extracción.